
Ustedes disculparan la reiteración sobre Bolaño, pero clavado como estoy en las cavernas luminosas de su obra, me sobran los subrayados que quiero compartirles.No sé por qué razón relacioné el párrafo de Raúl:
"Veo pues, con azoro y tristeza, que la idea de Yeyo, secundada por una banda de entusiastas y potenciales (forever) escribidores, quedó en eso: brillante idea"
con esta descripción que él hace de sus Detectives Salvajes:
“Terminar una novela conlleva algunos, no muchos, placeres, y uno de éstos es empezar a olvidarse de ella, recordarla como un sueño o una pesadilla que se va desdibujando, y que nos permite enfrentar nuevos libros, nuevos días, sin el lastre de aquello que con toda probabilidad pudimos haber hecho mejor y no lo hicimos… la novela intenta reflejar una cierta derrota generacional y también la felicidad de una generación, felicidad que en ocasiones fue el valor y los limites del valor. Decir que estoy en deuda permanente con la obra de Borges y Cortázar es una obviedad. Creo que mi novela tiene tantas lecturas como voces hay en ella. Se puede leer como una agonía. También se puede leer como un juego.”
Toda distancia está salvada, ni que decirlo. Pero algo en lo anterior encuentro en mí y en nosotros. Sobre todo en mí que siempre estoy entre la plenitud y la incompletez molesta. Algo hay en este texto, no sé bien lo que sea, pero me iré a trabajar en todos mis pendientes y a pensar en ello.
Un abrazo a todos.
P.D. Si me lo permiten, seguiré desenfundando mis subrayados de Bolaño poco a poco, sobre las mesas y las calles y las letras (siempre incompletas).
No seremos infrarealistas, mucho menos real visceralistas, pero algo habremos de fundar desde La Enramada.
ResponderEliminarRólate los Detectives no? se me antoja
un abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarChin.... me siento mal porque nunca me "prendió" esa novela del Bolaño.
ResponderEliminarR