Cruda de pesadilla y/o pesadilla de cruda.

Anoche no soñé que volvías, soñé que te esperaba.

Me había dormido borracho. Había alcanzado mi cama cruzando por un bar picado y por un desierto de calles lluviosas sobre las que se desmoronaban edificios. Era noche en que no te recordaba, ni te reclamaba, ni pensaba como siempre en la mierda en que me habías convertido desde tu estupidez de dejarme solo en este lugar lleno de vivos que no entiendo. Era noche en que no me hacías falta y no venía gritando dentro del carro. Pero llegué a la cama y  apenas cerré los ojos me senté en una banca que ahora no encuentro y me puse a esperarte durante todo lo que duran los sueños juntos, hasta sentir que no venías, que amanecía y no llegabas. Abrí varias veces los ojos, vi la ventana, el closet, la cortina, la mañana y me devolví siempre al sueño como un niño perdido que espera a que le recojan. Recuerdo mis pies zafándose de mis piernas, caminando un poco como palomas en la plaza, volteando a verme mutilado, con la boca seca y un dolor de cabeza parecido a tu olor que me atraviesa. Recuerdo tus uñas sin ti enterrándose en mi brazo y yo espantándolas como mosquitos. Recuerdo un niño diciendo: señor su papalote es un silencio. Sentí mis manos apretando un trozo de hilo flácido, miré arriba y vi un punto, apenas un punto negro en el cielo. Como un grano de polvo. 

Luego desperté todo dolorido pensando en que no viniste. ¿Dónde andabas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios