Volvieron las golondrinas





Sólo pisaré concreto, pero miro hacia los postes... con las uñas.





No escribiré de hombres sino de golondrinas. Tampoco es que tenga mucho que decir. Mi sensación de descubrirlas volviendo es infantil. Me invento un ayer que descubre un hoyo negro posado sobre los cables y me vuelve un no tener palabras. Me atormentan las golondrinas, sin duda, obsesivamente (mis obsesiones son como chamarras que me voy poniendo hasta quedar forrado, jorobado y monstruoso mientras camino bajo el sol y sudo sin poder sacarme nada de encima hasta que las voy perdiendo en una esquina que nunca recordaré).


Como cada que encuentro un tormento lo compro; como tengo por dentro la carne tapizada de figuritas de pájaros y de ruiditos que no me dejan; como los pájaros siempre me sobrevuelan premonitorios, hoy quiero decir sólo eso, que han vuelto las golondrinas y que no es poca cosa. Es mejor que todos los eventos juntos este año, es mejor que todas las buenas noticias que han dado los diarios y es mejor que nosotros (lo hemos demostrado). Es noticia de primera plana que no aparece en ningún lado.


No sé de dónde vuelven y no importa. Si fueran a un universo paralelo y se cambiaran por otras, mientras nosotros pensamos que son las mismas que regresan, jamás lo sabríamos, nosotros, que somos los únicos que buscamos saberlo todo. Este año he decidido que son algunos de nuestros muertos, que ganaron un sorteo para venir a vernos y volar entre nosotros, un rato, hasta que vuelva el invierno.


1 comentario:

  1. ¡Qué bien escribes y qué interesante todo lo que redactas y retratas!

    Muchas felicidades,

    Tamara Almazán
    www.antagonistas.com.mx

    ResponderEliminar

Comentarios